…
-¿Qué
finalidad tiene entonces la vida?
-En la vida no hay
ninguna finalidad, la finalidad es la propia vida pero vivida despierta.
-Pero
si esto es así, es muy injusto. ¿Qué sentido podría tener entonces vivir?
-¡Ahí reside la
magnificencia de la vida! El hombre sólo viene al mundo a DESPERTAR, la única
razón de vivir es para darse cuenta que está soñando, que aún no vive realmente.
El hombre que muere sin haber descubierto esa gran verdad es como si nunca
hubiera vivido. Por eso todos los sabios de la antigüedad insistían en que el
hombre había de despertar, porqué así es y de forma literal. Los Maestros del
pasado no hablaban con acertijos, todo lo contrario, sus palabras eran directas
y claras. Ha sido el hombre, el hombre que no entiende, el que deformó su
discurso.
Se
quedó unos instantes en silencio.
-Puedo
entender entonces el concepto de que “yo” soy el creador de mi mundo imaginario…
-Te corrijo, de “tu
mundo” no, DEL MUNDO en su totalidad, tu eres en esencia y completamente el
único posible creador “del mundo”, ese mundo con sus gentes y continentes, el
mundo ES porque tú eres y cuando mueras el mundo dejará de existir. Es esa
equivocada separación que haces del mundo y tú
lo que te crea la confusión y por lo tanto el sufrimiento. Tú eres el mundo
mismo, tú mismo eres el mundo, el mundo eres tú, no te separes de él y el dolor
desaparecerá por sí mismo junto con la ilusión.
-Bien,
entonces corrijo y digo que voy entendiendo que el mundo en el que habito
ahora, sea éste el externo o el que percibo como pensamientos es algo que yo he
creado, es sólo una ilusión, una creación mía, ¿puedo preguntar con pude crearlo
y con qué fin?
-La respuesta a eso
sólo es posible obtenerla cuando TÚ veas tu propia creación desde la
perspectiva Creadora, desde tu estado de Realidad Absoluta como Creador que
eres. Antes no.
-¿Pero
cómo es posible que yo haya creado TODO este mundo imaginario y ahora no sepa
ni que es ilusorio y ni mucho menos que yo mismo lo creé? ¿Cómo he llegado a
ésta situación?
-Como digo, la
confusión estará en ti mientras sigas observando y “entendiendo” el mundo como
lo haces hasta ahora. Pero existe una salida. El mismo hombre parió de sí mismo
el “mundo-hijo”, cuidó de él, lo vio crecer. Y por el “hijo” se olvidó el Padre
a sí mismo. Es lo que se conoce como “la identificación con el mundo u objeto”,
olvidamos al observador-creador para pasar a “ser” lo observado-imaginario.
Dándose cuenta de que sólo es un error de enfoque, TÚ despertarás al Mundo
Real. El auténtico mundo de los Sabios.
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"Patricia ha muerto, soy la que SOY"