Duele y lastima,
lo sé,
separarse de lo conocido,
lo sé,
de todo aquello que es tuyo
que identificas como tu vida
como tu entorno,
duele
y mucho.
Pero, ¿hay otro modo?
¿de trascender lo aparente?
¿lo postizo?
Han hecho falta
nueve mil kilómetros
para retar al destino,
yermo destino
y al golpearle de frente
con semejante armamento
su fuerza se derrumbó.
He visto sus ojos infectados de
miedo
mirándome fríamente,
sentí como se retorcía
el Arconte del destino
y me hacía retroceder
para que no hollara el misterio
del soltar y prender,
para sacarme del camino
que conduce a la Nada,
que encamina hasta el SER.
Desaté nudos sanguíneos
cadenas de rutinas
tranquilizadores paseos
bajo un sol tan familiar
como repetido,
¡adiós a los de siempre!
¡saludos a los desconocidos!
Esa es la clave
que ejercité,
inmolando mi vida
me obsequiaron con el SABER.
¡Gracias a los trece elementos!
¡Radiante SOY!
.
"Patricia ha muerto, soy la que SOY"
Adios a los de siempre, me encanta, todo el texto. Hyparrhenia.
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